Para algunas mamás que tienen un bebé o un hijo pequeño les resulta un gran dilema decidir si han de trabajar y seguir su desarrollo profesional, o si han de dedicarse a ser madres de tiempo completo. Hay teorías que afirman que los bebés desarrollan más habilidades cognitivas cuando son estimulados en las guarderías; pero también hay otras que afirman que el bebé debe de permanecer junto a su madre los primeros tres años para garantizar el desarrollo de una buena confianza básica.
La realidad es que hay bebés que a los 40 días se van a la guardería y que hay niños de año y medio, o dos, que ingresan al kinder y no les pasa nada grave, emocionalmente hablando. Importa más la calidad de vínculo que se establece entre la mamá y su bebé, que el número de meses que están juntos; es decir, en esto sí aplica la idea de "más vale calidad, que cantidad".
En mi opinión, el trabajo profesional de la madre y el ingreso del chico a la guardería o jardín de niños es positiva cuando la mamá:
- está CONVENCIDA de que para ella es una buena oportunidad de trabajo que la va a mantener satisfecha.
- elige una BUENA guardería, en donde brinden al bebé un cuidado bastante personalizado y cálido.
- DISFRUTA la compañía y la relación con su bebé, sin sobre-compensar con sentimientos de culpabilidad el tiempo que no estuvieron juntos.
Finalmente, recomiendo que la decisión se tome PENSANDO los pros y contras, pero sobre todo SINTIENDO en el estómago (una especie de "feeling" o "corazonada") que lo que se decide es lo mejor para ambos.
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